El otro día que estábamos en un bar de Sayulita echándonos unas heladas, Tito me preguntó si en mis años de juventud no tuve un amigo o amiga con casa ahí.
Pos no, no tuve amigos hippiosos con casa en la playa. Mis amigos hippiosos y mi exnovio hippioso eran hippis mugrosos pero de neta mugrosos. Hippis de camión, de escuela pública (si es que estudiaban), mariguanos todo el pinche día, y bueno, todos se saben la historia de mi exnovio hippi que no tenía "documentos identificatorios" (como mal dirían los notarios) porque un día se hartó de pertenecer al sistema y quemó su acta de nacimiento, su ife, todo.
A lo más que llegué con esos amigos fue a acampar en el lugar más barato disponible de la playa y tomar caguama.
Mis amigos no eran de esos hippis de colegio privado con papás "alternativos", de los que estudian en el iteso, de los que sus papás les dan carro en universidad, de los que tienen casas en la playa.
Pero en serio debieron haberlo sido. Debí haberme avispado y tenido amigos hippis posers riquillos. Porque entonces, habría vacacionado en casa en Sayulita y habría probado las mieles de viajar de "mugrosa" en un peugeot escuchando a Bob Marley y a Gondwana.
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2 comments:
Yo a lo mucho que llegue fue con amigos con terrenos en el monte en el cual te podías ir con alguna chava, y ya
jajajaja creo que a esa edad lo que sea es bueno.
Un amigo tenía una casa en Tapalpa, pero era una casititititita de pueblo, tenía solamente un cuarto con 3 literas, cuando te bañabas el agua te daba toques, pura de esa.
Pos con tal de ir de calientes nos metíamos una pareja por cama individual y para tener "privacidad" colgábamos del colchón de arriba de la litera hacia abajo una cobija que servía de cortina. jajaja.
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