Esto, señores, es la doble cara de la sociedad tapatía.
Orgullosas portadoras de sus crucifijos, que gritan en silencio: Mírenme! Voy a misa los domingos y me han entrenado en el noble arte de crecer con un solo objetivo: Ser una buena esposa y educar a mis futuros hijos en la magna religión católica.
Orgullosas portadoras de los símbolos cristianos, que pasan su noche y madrugada en el antro, enseñando las chichis.
Benditos seamos los tapatíos, pueblo conservador, de firme moral y buenas costumbres. Pueblo sin duda, elejido por Dios.
Diría yo: si vas a enseñar las chichis de tal forma, no uses tu crucifijo. Y si lo vas a usar, ponte otra blusa. Digo, enseñarlo todo es muy gusto de cada quien, no? Pero por qué ser incongruentes?
Y ultimadamente, yo por qué chingados estoy opinando al respecto? si generalmente lo que uno más critica es lo que más hace. pfffff....
(foto fusilada de estamosdrentro.com)
2 comments:
je je Opino lo mismo,
aunque se ven muy bien esas chichis... Bueno, ni tanto, pero sí, no convina muy bien con la Cruz
Atte,
Yo
jarommat@hotmail.com
Que buenas teclas...
He dicho.
Post a Comment