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Thursday, April 14, 2005

Ociosidades Varias

Domingo... día de levantarse moderadamente tarde, normalmente crudo, andar en pants, comer comida rápida, bañarse, ir a misa, dominguear y comer más comida chatarra, y por la noche, ver la academia (*plop*). Ah.. pero no he mencionado lo más importante, Domingo: el día de ir al tianguis.

A lo largo de la vida y de las etapas por las que uno va pasando, la rutina semanal cambia (obvio weey) y las instituciones también. Digo instituciones porque sí mis hermanos, el domingo de tianguis es toda una institución.

Recuerdo que cuando era una huerquilla, los fines de semana en general no me gustaban mucho... porque no había nada bueno en la tele, y casi no me divertía. Los sabados era ayudarle a mi mamá en la medida de mis pekeñas posibilidades, y el domingo era levantarse, ver chabelo, ir a misa y comer en casa de algunos de mis tíos. Aburrido y totalmente familiar. Después, en la prepa el fin era para estar tooodo el santo fin de semana pegada como siamesa con mis amigas. Un día unas se iban a dormir a la casa, otro día yo me iba; veíamos tele juntas, ibamos a "misa" juntas (nunca entrábamos) y era más bien como onda girlie. Ya más grandes y maleadas, eran los "sábados de tortas toño", que consistían en ir a las tortas ahogadas a desayunar, y tirar carita -porque a eso iba uno la neta-, con lentes obscuros y a veces, fingiendo la cruda (jo jo jo jo).

Cuando ya estás más grande y llegas a la etapa del "noviazgo formal no-tan-preparatoriano", el domingo es el día de checar por excelencia. Ambos novios cumplen con sus obligaciones familiares por la mañana (o medio las cumplen) y toooda la tarde es checar con el novio; que ir al cine, que ir al cafecito, que ver tele en la casa...

Ernesto y yo, además de todo lo arriba mencionado, hemos hecho una muy linda rutina (sí así es, TODOS los noviazgos están hechos de rutinas, aunque a muchos les dé pánico la idea) de domingo. Nuestra rutina consiste en levantarnos crudotes e ir a curarnos la cruda al tianguis del sol, con unas ricas y grasientas quesadillas fritas. La pura fritanga, como diría mi bien ponderado Octavio. Sé que están pensando "qué le pasa a esta viejaaaa lo único que sirve para la cruda son las tortas ahogadas" pero créanme que es neta, tanta grasa a wevo que te corta la cruda, te asienta el estógamo (sí, estógamo) o ya de perdida te cae tan mal que lo echas todo pa fuera jijiji.

Claro hay fines de semana que nomás no podemos ir al tianguis, pero he de decir que cuando no vamos, mi domingo simplemente no es igual. Me falta eso; me falta caminar por un estacionamiento todo enterregado, sudar el alcohol de la noche anterior, meterme en el sauna de puestos y lonas, gastar más de $300 en purititas pendejadas y chucherías, ahhh qué mañanas aquellas; los discos piratas, las playeras de imitación, las locas vendiendo maquillaje (no offense, a Tito y a mi nos caen re-bien), la señora gorda con su carrito para verdura, los niños mugrientos chocando contra mis piernas, caminar con Tito por todo el tianguis felices y tomados de la mano como todos unos esposos tiangueros y nacos jajaja en fin... el tianguear tiene un no se qué, que una vez que lo pruebas te haces adicto a la fayuca y la fritanga.

Y por eso yo digo: Salú por los domingos de tianguis! :D

Baygón.

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