Este sí que fue un feliz cumpleaños.

Medina me preguntaba qué quería hacer, pero no estaba segura. Los pasados 4 cumpleaños he hecho fiestonones (menos el último que fue en el Americana pero mmm pues también fue un fiestonón jajaja). Y la neta este año no quería estresarme en estar súper arreglada y ser "la más bonita de la fiesta", y lo más importante: no quería gastar.

Se me ocurrió decirle que quería pasar el mero cumple en la playa, acampando. Boca de Iguanas siempre ha sido nuestro lugar favorito porque a diferencia de Sayulita, acá en Boca de Iguanas los lotes para acampar están súper bien delimitados y tienen conexiones eléctricas y agua.

El problema era que es época de lluvia, y en Boca de Iguanas los culeros "no nos podían garantizar" palapa. Y ps la neta una acampada con lluvia es la acampada del terror, así que abortamos la misión.

Yo estaba terca con salir de la ciudad, y mi amiga Licha sugirió ir a Melaque porque es un pueblo que nadie pela y todo es muuuy barato jojojojo. Entonces Medina y yo decidimos irnos desde el jueves primero a Manzanillo y el sábado a Melaque con unos amigos que llegaban a rockear.

Creo que a nadie le sorprenderá leer que el viernes para amanecer en sábado nos pusimos un pedonononononononononón en el Sunset. jojojojo. Para esto yo me puse un puti vestido y con la peda que traía seguro acabé enseñando todo a todo mundo, ni Medina ni yo nos acordamos cómo salimos de ahí, cómo tomamos el taxi, cómo subimos al cuarto. Todos los recuerdos a partir de la 1 am son muy borrosos. A la mañana del sábado, ya nos estaban hablando los compas que ya habían llegado a Melaque para que nos diéramos prisa. Todavía borrachos después de haber dormido como 4 horas, tomamos carretera con gatorade en mano y llegamos a Melaque como a la 1 pm.

Estos vatos ya estaban hasta el cepillo, y nosotros procedimos a conectarla. A comprar unas chelitas, a instalarnos, un chapuzón a la alberca y más chelitas.

El búngalo estaba *de risa*. En internet decía que era para 6 personas, y a la hora de llegar y ver que solamente eran 2 recámaras con cupo para 4, preguntamos y nos aclararon que las 2 personas restantes se acomodarían en unos flamantes catres que estaban guardados en el clóset. jajajajajajajaja. Y todo por el estilo.

Como tipo 2:30, diiirecto a comer mariscos al pie de la playa. En los mariscos continuamos cheleando y llegó un don con una guitarra, le preguntamos que a cuánto la rola y nos dijo muy digno: "a mí no me gusta cobrar por mis canciones". Y acordamos pagarle con chelas.

Estuvo ahí un ratototote, chelando y cantando, mientras agarrábamos un nivel mediano pero estable de borrachera y salimos de ahí para seguirla en el búngalo.

Leo, que la neta sí llegó bien pedo después de comer, pensó que sería una excelente idea subirse al silloncito a bailar levantando las manos, pero no contó con que el ventilador estaba a su máxima velocidad y se arrancó la mitad de un dedo. A fin de cuentas estaba anestesiado con la peda pero al ver el ceviche de dedo y el charpeadero de sangre por todos lados, corrió como juana la loca en busca de un centro de salud, que según nos dijo el encargado del hotel, estaba a la vuelta.

Almendra y yo los alcanzamos allá, efectivamente le cosieron el dedo casi despegado, muchas muchas puntadas y Leo muuuy pedo que no se estaba quieto mientras inquiría al doctor guapo: "y puedo seguir pisteando?" jojojojo. Salimos de ahí armados con antibióticos a seguir chupando.

Posteriormente, y como estaba haciendo un calor infernal, se nos ocurrió meternos a la alberca. Y ps aprovechando que estaba obscuro, me encueré. Y en seguida todo mundo se encueró. jojojojo. y chapoteamos todos felices y en pelotas y echamos mucho desmadre hasta que nos dio hambre y fuimos a la plaza en busca de tacos (antes de ir a cenar nos vestimos, claro está).

Encontramos unos tacos de luxor con tortillota de maíz recién hecha y carne deliciosa, mismos que Leo vomitó justamente al lado del puesto mientras los demás todavía comíamos. jeje. A media cena, se suelta un aguacero encabronadísimo y nosotros "por no mojarnos" estuvimos no sé, como 15 o 20 minutos abajo de una raquítica lona, pero cuando notamos que de todos modos nos estábamos empapando, nos valió madre y nos fuimos chapoteando en la lluvia de vuelta al hotel.

El calor estaba tan cabrón que cuando dejó de llover en cuestión de media hora casi estábamos secos. Continuamos chupando hasta que llegó el de recepción a decirnos que no mamáramos y ps ni pedo, nos fuimos a dormir, no sin antes deleitarnos con la sinfonía de guácara de las morras, a quienes rescatamos del piso del baño totalmente wasted.

Imaginen la calaca del día siguiente. Por lo menos yo, 2 días enteros en el agua, sin dormir mas que un carajo. Desayunamos con una doña super buen pedo en el mercadito y hasta pena me dio que nadie nos acabamos nuestros platillos por estar a punto del vómito. Justo como tenía que acabar el cumpleaños, en el que cabe mencionar, yo fui la *princesa*.

Y pues nada, la neta es que no estuvieron la mayoría de mis amigos pero saben qué? con los que estuvimos bastó, por un marido y amigos como esos es que gira el mundo, que dejan lo que tenían que hacer y forman de la nada un presupuesto nomás porque su amiga la loca quiere pasar su cumple en la playa. The best birthday EVER. :)