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Sunday, June 03, 2007

Epitafio

Lucas llegó a vivir con nosotros hace 10 años, fue un regalo. Fue también amor a primera vista.


Desde chiquito era muy respetuoso. Jamás se hizo del baño adentro de la casa, le gustaba que respetaran su espacio pero también era muy chiqueón y exigía cariñitos.


Estuvo conmigo cuando Plas me cortó, cuando corté a Paco, cuando Hugo me cortó, cuando empecé a andar con Tito aunque él nunca quiso aceptar que en verdad lo quería... durmió conmigo tantas noches y se aguantaba que de repente lo aventara de la cama. Le gustaban sus croquetas, pero también moría por las salchichas, las tostadas, y casi cualquier cosa que le dieras excepto lechuga. Mi mamá le llamaba "trapeador" porque siempre limpiaba cualquier cosa de comida que se nos cayera al piso. Traté de darle chela varias veces pero no se le daba eso del alcoholismo. Prefería rondarnos en la peda y asegurarse de que no hiciéramos muchas dagas y que ningún extraño se metiera en la casa. A veces, nos mandaba al diablo y mejor se iba a dormir.


Le compramos una playera de las chivas pero no le gustaba mucho, prefería su suéter de Harvard.



Recuerdo cuando le cortaron las orejas. Estaba chiquito y le vendaron toda la cabeza.. parecía momia je,je. Le tuvimos que dar calcigenol para que se le fortalecieran y se vieran bonitas.



Fue un perro muy accidentado. Una vez lo atropellaron y Denisse lo llevó al hospital junto con mi mamá... pero sólo era una pata rota, que en invierno siempre se le ponía medio cheche. En otra ocasión un perro estúpido lo mordió y casi le perfora un pulmón, pero Lucas aguantó como los machos y salió sano y salvo.

Odiaba que lo bañáramos y que lo cepilláramos... nunca se dejaba. Hacía muchos corajes cuando las cosas no salían a su manera, pero al final entendía y lo contentábamos con cariñitos.


Me enojé con él varias veces, y dejamos de hablarnos... pero yo no podía soportarlo por mucho tiempo y lo perdonaba. Era un excelente amigo.


Ayer, lo llevé a que le cortaran el pelo para que se viera muy guapo, y cuando regresó estaba raro. Se desmayó. Lo llevamos a urgencias, tenía dificultad para respirar. Después de hacerle unos estudios, nos llamaron para decirnos que tenía cáncer en los pulmones. Planeamos despedirnos de él y dormirlo el lunes... Antes de irme, me aseguré de decirle cuánto lo quiero y cuánto lo voy a extrañar. Le di las gracias por haberme acompañado siempre y haberme dejado llorar en su lomo, y haberme mantenido calientita en las noches cuando hacía frío. Él no entendía qué le pasaba, pero sé que me entendió lo que le dije...



Se puso muy malo, al punto que ya no podía echarse. Como a la media noche, le dio un paro respiratorio y se murió.


En la mañana cuando lo llevé en mi carro se veía tan bien...


La muerte es como un ladrón, llega cuando menos te la esperas.


Creo que nunca dejaré de extrañarlo... doy gracias por haber tenido un perro tan bueno, tan fiel, tan leal, que jamás mordió a nadie y siempre fue celoso con mis novios.

1 comment:

Blue. said...

En efecto, nunca dejas de extrañarlos... been there, many times.
Lamento tu pérdida. Que cool que tengas tantos recuerdos de él. Saludos.