Yo, siendo tan sana y fuertota, nunca habia estado internada en un hospital.
Debo decir que duele espantoso cuando te ponen el suero (y más si la enfermera es una inepta y te pica mil veces), y aunque las camas son más cómodas de lo que me esperaba, todo el concepto de estar ahí, con la bata que muestra todo tu trasero cada vez que te levantas (qué pedo con esas batas, por qué demonios no les ponen velcro?), y levantarte al baño cargando con tu suero, y que te digan "si no te quieres levantar ahí está el cómodo" (WHAT THE FUCK?!).. todo eso es deprimente, malvibrante y del nabo. No entiendo a la banda que va y se interna por gusto, para ponerse bubis, trasero, nariz, etc. De verdad que deben estar sumamente descontentos consigo mismos como para que les valga madre pasar por el calvario del hospital.
Anyway. De ahí en más, AMÉ la anestesia. Benditas gotas que ponen en tus venas y en segundos duermes como bebé. Y más que yo llevaba varios días de insomnio por culpa de las motherfuckers pulgas que Lucas tuvo a bien depositar en mi cama. Mal me dijeron "te vamos a poner un tranquilizante que puede que te dé sueño...." y yo ya estaba taaan jetona, que no supe nada hasta que escuché "listo, terminamos".
Bueh. Ser hospitalizado es del nabo. Pero no estuvo tan pior (además todo mundo te consiente jijijiji).
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