Este fin tenía todo bellamente planeado: El viernes, ir a la escuela y después cenar algo rico en mi casa, el sábado en la mañana, ir a la escuela y después lanzarme a ver el partido y agarrar la peda desde temprano, regresar a mi casa, arreglarme y desafanar a todo mundo para irme a cenar super románticamente con Medina al nude. Quedarnos ahí en el cuasi-antro que hay, echarnos unos vinitos y dormir temprano. El domingo, ir al tianguis y ver trainspotting.
TODO SE ARRUINO.
Gracias a los aires acondicionados que tiene todo mundo en esta planta, pesqué un virus extraño que no me dio gripa, ni garganta, ni tos, ni mocos, NADA mas que una pinche fiebre perra que me tumbó en la cama por días. Además, para estos días ya debería tener mis brand new frenos (chale) y nomás nada.
La chamba ha estado perrísima. De hecho ahorita son casi casi los primeros 15 minutos libres que tengo en la semana; estoy esperando al chofer para que me lleve a imss, a registro, al banco y no se qué tantos pinchis lados. argh.
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